lunes, 26 de abril de 2010

VIII EJIP - Encuentro de Jóvenes Investigadores en Paleontología

Un año más el EJIP volvió a reunir a gran parte de la cantera paleontológica de este país... ¡y de qué manera!, este año más de 120 jóvenes paleontólogos acudieron al evento. En esta ocasión el paleontológico pueblo de Enciso acogió la sede de dicho encuentro. La elección fue de lo más acertada, puesto que esta zona de La Rioja es conocida por poseer algunos de los mejores yacimientos de icnitas de dinosaurios del planeta. De hecho, nada más poner los pies en el pueblo, se respira una atmósfera muy especial... una de las cosas que mejor explica esto es el reloj del ayuntamiento, probablemente todos los participantes se quedaron con la boca abierta.En esta ocasión, como ya sucediera el año pasado, el grupo de investigación de Paleoneomed quedó representado en este encuentro por nuestro becario Zain Belaústegui, que presentó el trabajo, firmado también por Jordi M. de Gibert, con título:
  • Madrigueras de Uca tangeri (Decapoda: Brachyura: Ocypodidae), ensayos de moldeo con resinas en el estuario del río Piedras (Lepe, Huelva, SO España)

Pero además, este año la alumna de máster Ángeles Zamora, que a pesar de ser novata en estas lides, también defendió muy meritoriamente el trabajo realizado junto con Rosa Domènech y Jordi Martinell:

  • Yacimientos paleontológicos urbanos: el arrecife coralino de Sant Sadurní d'Anoia (Alt Penedès) (Mioceno inferior-medio)

Realmente, ambos trabajos tuvieron muy buena acogida y rompieron con lo que año tras año parece ir convirtiéndose en la tónica habitual, ya que nuevamente los trabajos de vertebrados se llevaron la voz cantante, sobre todo en el caso de los mamíferos. Es de reseñar, que año tras año, por un lado gracias a la revisión del comité científico y por otro al propio esfuerzo de los participantes, la calidad científica de los trabajos es cada vez mayor. Lo cual plantea un futuro muy alentador. Como no podía ser de otra manera, en breve los trabajos en extenso serán publicados como un número especial dentro de la revista Cidaris del Museo Paleontológico de Elche.

Desde Paleoneomed, sólo nos queda mandar una enorme felicitación al comité organizador de este año por el éxito obtenido, y animar a todos aquellos jóvenes que estén dando sus primeros pasos en la paleontología a que se animen a asistir al EJIP del año que viene, que tendrá lugar en Morella (Castellón).

viernes, 23 de abril de 2010

y ahora... caracoles caníbales


Jordi y Rosa, junto con Michal Kowalewski y nuestro colega Jacques Aymar de Saint-Estève (Rosellón), acabamos de publicar en el número 25(4) de Palaios un estudio sobre depredación (casi canibalismo) confamiliar en natícidos pliocenos. El estudio presenta un doble interés: por una parte, proporciona nuevos datos sobre depredación en gasterópodos marinos que corroboran análisis paleoecológicos previos y que resultarán útiles para futuras recopilaciones analíticas sobre el tema; por otra, demuestra la validez y utilidad de colecciones preexistentes (en este caso, la colección privada de uno de los autores) para estudios paleobiológicos.

Los ejemplares analizados pertenecen al natícido Cochlis pseudoepiglottina y proceden del ya desaparecido afloramiento plioceno de Nidolères (Rosellón, Francia). Se trata de un yacimiento clásico de la cuenca rosellonesa que en el pasado reciente proporcionó gran cantidad de invertebrados fósiles, principalmente moluscos. La remarcable presencia en él de natícidos con trazas de depredación atribuible a los propios natícidos indujo la realización de este estudio. Sin embargo, fue necesario recurrir al material recolectado durante años de paciente excavación por parte de un aficionado local para poder disponer de una muestra significativa.

Del estudio se desprende que los tres lotes utilizados eran suficientemente exhaustivos y válidos, que las perforaciones (Oichnus paraboloides) son atribuibles a otros natícidos, que los ataques fueron selectivos respecto al tamaño de la presa (los más pequeños presentan una tasa de ataque mayor que los más grandes), y que la tasa de ataques no finalizados es muy superior en este yacimiento a la calculada en otros ejemplos cenozoicos, situación consistente con los datos aportados por otros investigadores, según los cuales la eficiencia en los ataques confamiliares habría ido disminuyendo hasta la actualidad.

Sólo gracias a la seriedad y buena labor de Jacques Aymar ha sido posible elaborar este trabajo. La constatación de la utilidad de colecciones como la suya (realmente espectacular) para estudios paleobiológicos es una muy buena noticia, y nos sentimos felices de compartir con él la autoría del artículo. ¡Ojalá que en un futuro próximo podamos proseguir esta colaboración!

martes, 20 de abril de 2010

El pequeño mundo de Anna Rita: la microbioerosión

Nuestra doctoranda en microbioerosión, Anna Rita Molinu, pasó la semana del 21 al 27 de marzo en el GeoZentrum Nordbayer de la Universidad de Erlangen (Alemania) . La estancia tenía como objetivo iniciarse en las técnicas de estudio de microperforaciones en conchas mediante el uso del microscopio electronico de la mano del Dr. Max Wisshak (que fue muy amable y paciente).

Los primeros días fueron empleados en la preparación de la muestras selecccionadas que provenían de diversas localidades catalanas pliocenas y cuaternarias. El proceso se inicia con la eliminación de la materia orgánica con el H2O2 (peróxido de hidrógeno), y el colocado posterior de la muestra en la cámara de ultrasonidos. Una vez limpia, la muestra se impregna con resina que se infiltra en las trazas y las rellena replicando su morfología y su estructura interna. Tras cortar la muestra, se pone HCl (acido clorhídrico) que disuelve el substrato calcáreo dejando al descubierto los moldes internos de las estructuras de microbioerosión que quedan listos para su estudio mediante el microscopio electrónico.


Ésta es la puerta a un nuevo mundo... El estudio reveló la presencia de muchisímas trazas dejadas por pequenos organismos, entre ellos algas, hongos, etc. Esperemos que pronto Anna Rita nos cuente muchas más cosas de este inframundo icnológico al que acaba de entrar.

domingo, 4 de abril de 2010

Gusanos zombi en el Plioceno almeriense


En el último número de Palaios, Fernando Muñiz, Jordi M. de Gibert y Raúl Esperante han publicado lo que se considera el primer registro fósil de gusanos perforantes en cadáveres de ballenas.

Desde hace algún tiempo los cadáveres de ballenas en el fondo marino han sido reconocidos por su impacto sobre los ecosistemas bentónicos, especialmente en medios marinos profundos. La gran cantidad de materia orgánica proporcionada por el cuerpo del cetáceo permite que muchos organismos se aprovechen de esta fuente de alimento e incluso algunos se hayan adaptado a ella. Uno de los organismos más interesantes es el poliqueto siblogínido Osedax (también conocido como el gusano zombi), cuyas hembras (los machos son minúsculos) perforan los huesos de los cetáceos y gracias a la actividad de sus simbiontes bacterianos pueden alimentarse de las sustancias nutritivas contenidas en el esqueleto. Desde su descubrimiento en 2004, se han identificado varias especies de Osedax con el mismo hábito de vida, no sólo en medios marinos profundos sino también en zonas de plataforma. Los estudios genéticos han situado el origen de este género en el Eoceno superior. Sin embargo, nunca antes se habían identificado perforaciones en fósiles de cetáceos que pudieran asignarse a la actividad de este gusano.

En el artículo en Palaios se describen perforaciones en un esqueleto de cetáceo hallado en depósitos del Plioceno en Almería. Estas son designadas como una nueva icnoespecies, Trypanites ionasi, producida por la actividad de gusanos. No es posible asegurar que el organismo que las produjo fuera una especie de Osedax, pero probablemente sí se trató de un animal de hábitos similares. El examen detallado de más fósiles de ballena, así como de otros grandes vertebrados marinos, debería revelar más datos sobre la historia de los perforantes en este tipo de situaciones tan especiales.

La referencia del artículo es:

Muñiz F., Gibert, J.M. de, Esperante, R. 2010. First trace-fossil evidence of bone-eating worms in whale carcasses. Palaios 25, 269-273. (Puedes acceder al texto completo a través de Geoscience World, BioOne, o SEPM)