Diversos parásitos pueden atacar y causar daños en los cultivos de ostras y otros moluscos. Entre ellos se encuentran los poliquetos espiónidos que perforan las conchas reduciendo su valor comercial. Pero éste no es un fenómeno nuevo. Miembros de nuestro grupo publican un artículo sobre un yacimiento paleontológico del Cuaternario de Colombia, con una antigüedad de algo más de 4000 años, en el que las conchas de diversas especies de moluscos aparecen intensamente perforadas por la acción de estos organismos. La evidencia de esta relación es la traza fósil conocida como Caulostrepsis taeniola. Las valvas de la ostra de mangle (Crassostrea rhizophorae) pueden alojar hasta 85 perforaciones individuales, con una media de 60, mientras que el efecto es menor aunque importante en otro bivalvo, Anomalocardia brasiliana, y en el gasterópodo Melongena melongena. El afloramiento del Totumo, donde se han realizado los hallazgos, registra una antigua ciénaga litoral con salinidad reducida y ocupada por manglares situada a unos 2 km de la costa actual. Las dos especies de bivalvos se explotan comercialmente en la actualidad por lo que el análisis de la bioerosión en condiciones naturales sin influencias antrópicas puede servir como patrón de referencia en el marco de estudios de paleobiología de la conservación.
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