viernes, 10 de enero de 2014

¡Vamos a la playa, calienta el sol! (Conchas vs. Turismo #1)

¡Empieza bien el año para nuestro grupo de investigación! Estamos a 10 de enero y ya tenemos dos publicaciones con fecha de 2014.

Vayamos paso a paso. La más curiosa de ellas apareció anteayer en la revista electrónica PLoS ONE: Vanishing clams on an Iberian Beach: Local consequences and global implications of accelerating loss of shells to tourism. Los autores somos Michal Kowalewski, Rosa Domènech y Jordi Martinell.

Os preguntaréis qué diablos tiene que ver la paleontología con el impacto ambiental del turismo en la costa mediterránea... la verdad es que el origen del estudio está en nuestro interés casi ancestral en observar procesos tafonómicos actuales para su aplicación en el registro fósil. Entre los lejanos 1978 y 1981 muestreamos mensualmente la playa conocida como Platja Llarga, en Salou (Tarragona). Por aquel entonces, se trataba de una playa frente a un camping familiar, abierto sólo en verano y de difícil acceso el resto del año por la existencia de vallas. De las 36 muestras globales obtenidas (¡decenas de miles de conchas!) extrajimos gran cantidad de información tafonómica, ecológica, etc., parte de la cual aún está pendiente de publicar. Entre 2008 y 2010 repetimos los muestreos. Las muestras de 30 años atrás han supuesto un material de comparación sin parangón. Desde entonces, la playa había mantenido su morfología y estaba bien conservada, si bien ahora la bordea un paseo de ronda y nuevos hoteles y otras construcciones han aparecido a su alrededor.

La Platja Llarga de Salou en invierno

La idea inicial (que sólo hemos propuesto) era trabajar aspectos relacionados con las trazas de depredación en Chamelea gallina, pero sucesivas conversaciones con Michal nos llevaron a un cambio drástico de orientación. Y aquí estamos, relacionando la presión ejercida por el turismo sobre las acumulaciones de conchas en la playa y, por ende, sobre los ecosistemas bentónicos costeros y la sedimentación.
Las tres especies consideradas en el estudio. Chamelea gallina (chirla, rossellona) ha sido la especie omnipresente en todos los muestreos y el objetivo de los estudios de cariz tafonómico y (paleo)ecológico que realizamos. Donax trunculus (coquina, tellina, tellerina) y D. semistriatus son especies acompañantes que utilizamos para comparaciones.

El turismo mundial se ha cuadruplicado en los últimos 30 años, y ello ha afectado los hábitats naturales de las áreas receptoras. En el caso de las costas marinas, tal afectación parece lógica. El turismo en la zona de Salou se ha triplicado desde 1970. Anexa a la localidad, la afluencia a la Platja Llarga habría experimentado un aumento proporcional. Nuestro estudio señala que el incremento del turismo en esta zona de la costa mediterránea se correlaciona con una disminución del 70% en conchas de moluscos durante la temporada turística (julio-agosto), y con una disminución del 60% en el resto del año. La desaparición de conchas podría causar daños significativos en los ambientes naturales (dificultad en la estabilización de la costa o disminución en la producción de sedimentos carbonáticos, por ejemplo). Si bien es simplista atribuir toda la culpa al efecto del turismo y no deben obviarse los cambios naturales, la correlación puede obedecer al aumento de la turbidez de las aguas por el incremento de embarcaciones recreativas, o por la contaminación orgánica, o a la eliminación de conchas sobre la playa a causa de la limpieza mecánica diaria, entre otros motivos.



La Platja Llarga de Salou en verano.

Los resultados se pueden extrapolar a otros casos más espectaculares. Si se detecta una relación aumento del turismo versus disminución de conchas en una zona sin interés malacológico especial que atraiga recolectores (caso de la costa de Salou), lo más probable es que el impacto pueda ser sustancialmente mayor en las playas conocidas por sus conchas y frecuentadas por coleccionistas. Si bien en algunas zonas se han promulgado normativas que regulan la recolección (en Bahamas, por ejemplo), aún no existen estudios sobre el impacto real de esta actividad humana sobre los hábitats y ecosistemas.

Esperamos que os guste el artículo... en una próxima entrada os hablaremos sobre el otro trabajo que ya tenemos publicado en este 2014. 

1 comentario:

Rocio dijo...

Siempre es lindo ir a la playa y descansar un poco en la arena. Eso me da mucha paz y nos recarga energias para comenzar el año. Por eso trato de armar mis vacaciones en lugares con playa. Este ultimo año he decidido sacar pasajes miami